CEMENTERIO
VIRTUAL
DE MASCOTAS

DE SON BATLET

La pérdida de un animal de compañía supone siempre un momento difícil y de fuertes emociones. Desde 2007 ofrecemos en nuestra página web este espacio virtual, abierto a todos, en el que puedes rendir tributo o, simplemente, despedirte afectuosamente de tu compañero perdido.

Puedes utilizar el formulario de la derecha para subir una foto y escribir tu mensaje. Si lo deseas, una vez publicado puedes compartirlo en Facebook con las personas de tu entorno.


OTROS RECURSOS

Organización de ceremonias de despedida: Furry Funerals

Apoyo a la pérdida:  Vetbonds


SÓLO ELLA SABE

Sólo ella sabe que no sólo ha dejado
mi corazón de latir
o que mis ojos no brillarán más.

Sólo ella sabe que hoy
el más allá está más acá
y que después de muchas mudanzas
en esta no me puede acompañar.

¿Qué puedo decirle yo
que no le haya dicho ya?
Palabras no tengo:
nunca me han hecho falta
porque yo soy ella
porque compartimos la misma alma.

Alma que ha quedado sin bastón
pero que caminará de nuevo sin cojear.
No llores más por tu viejo amigo, anda
que de lágrimas está llena la mar.
Por eso ladro fuerte, salto alegre, te miro
e inclinando un poco la cabeza consigo
arrancarte una sonrisa más.
_
Marcos Makowski
Dedicado a Tania y Pipo

 

Lika

2007 - 2007

Te conocí un día de verano, fuimos a la veterinaria y estabas con todos tus hermanos Habías sido rescatada de la dura vida de la calle Yo estaba muy emocionada por tener un perro Pero eran tantas las opciones que no podía elegir Entonces tu te acurrucaste en mi regazo y me dejaste un regalito Esa era una señal tú eras la elegida Tuve que esperar para llevarte a mi casa Heras demasiado pequeña Solo tenías dos semanas de vida Por lo que nenia que esperar para llevarte a casa Era tanta la emoción que te compre una frazada Te tenia los platos y tu casa nueva te estaba esperando Había llegado el día para traerte a casa conmigo No habías crecido mucho, seguías siendo un bebe Te compre un collar y una placa Te compre ropita para que no pasaras frio La primera noche dormiste en la cocina llena de diarios Al otro día no podía creer como una perra tan pequeña hubiera echo tamaño destrozó Me regalaron un libro para aprender a cuidarte y enseñarte trucos Aprendiste a dar la pata y a sentarte rápidamente Al comienzo no te gustaba estar sola Cuando te quedabas sola llorabas mucho y gritabas como si te estuvieran torturando. Creciste muy rápido, tu collar ya no te cabía y tuve que comprarte un nuevo arnés con nueva ropa Rompiste tu correa de tan fuerte que tiraste. En qué momento creciste tanto. Te compre una correa nueva. Ya no te sacaba a pasear, tus eras la que me sacaba a mí. Te comías la comida muy rápido. Te llevamos al veterinario, algo te habías pegado tenías el pelo lleno de bichitos chicos. El doctor dijo que eran parásitos y te bañamos con un champú especial. Comenzaste a romper tu ropa. Mordías todo lo que estaba a tu alcance. Rompiste algunas plantas y juguetes. Un día llegue del colegio y tenías la basura repartida por todo el patio y tu solo novias la cola. No podíamos colgar la ropa contigo en el patio de atrás porque te ponías a saltar y sacabas toda la ropa. Eras una cachorra muy traviesa. Te compre huesos de cartílagos para que mordieras. Te duraban muy poco te los comías rápidamente. Conociste a una nueva amiga, cuando llego la hora de irse saltaste del auto para volver con ella. Conociste una nueva casa, corrías todo el día pues la casa de mi abuela tenía un patio muy grande lleno de ciruelos. No te gustaba mancharte las patas, cuando había una posa en la calle tú la saltabas. Eras muy loca, corrías muy rápido y te escapabas de casa Yo salía persiguiéndote y te llevaba de vuelta a casa. Te llevábamos a la plaza y te gustaba jugar con otros perros. Eras una cachorra muy juguetona, a pesar de estar un poco sobre peso. Un día abrí la puerta y tú te saliste. Aun no aprendías los peligros que había en las calles. Cruzaste la calle y venia un auto. Yo no pude hacer nada. Todo paso muy rápido. Basto un segundo para cambiar tu vida y la mía para siempre. Entre llantos intente llevarte algún veterinario. Pero ya era demasiado tarde. Tu ya habías partido. Cada vez que veo una estrella brillar en el cielo allí te veo. Cada vez que el viento sopla allí te siento. Cada vez que veo una nube te veo saltando entre ellas. Tal vez no pueda verte ni tocarte, pero mientras te recuerde, Me continuaras acompañando.

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